El Barcelona de Arturo Vidal sucumbió ante el Sevilla por Copa del Rey

Con Arturo Vidal en cancha todo el partido, el Barcelona sufrió una dura derrota ante el Sevilla por la ida de los octavos de final de Copa del Rey. El equipo de Ernesto Valverde, sin Lionel Messi, no tuvo ideas para aplacar al rival y acabó desbordado por la pasión de los nervionenses. El marcador final fue de 2-0 en el Ramón Sánchez-Pizjuán.

Al local le costaba hacer su juego en los primeros minutos. El elenco culé presionaba y se imponía desde el orden defensivo. El partido era trabado, con muchas faltas. Y la polémica no podía faltar. A los 26’ los sevillistas reclamaron airadamente un rechazo de Vidal en el área. Según ellos, había mano del chileno, pero el árbitro dijo que había sido con el hombro. El “Rey”, poco después, se sacudió del barullo con un remate que se fue desviado.

Poco a poco el cuadro andaluz empezó a tomar el mando del encuentro. Jesús Navas y Ever Banega hacían lío. Era un constante goteo de llegadas del ex equipo de Jorge Sampaoli. Ben Yedder sacó una jugada de videojuego. Le rompió la cadera a Piqué y a Arthur, y estuvo a punto de abrir la cuenta a los 36’. El Barça aguardaba agazapado, esperando la ocasión para liquidar con una contra fulminante. Y ese momento llegó al 41’. Malcom se sacó al arquero e increíblemente, con el arco a disposición, le dio a la parte externa de la red.

Los blanquirrojos no acusaron recibo del golpe. Banega dejó solo a Ben Yedder al 44’ y Cillessen estuvo monumental en el achique. Con una chilena del mismo delantero se fue la primera mitad.

Al regreso de camarines, el encuentro siguió con el mismo libreto. El Sevilla machacaba y los culés aguardaban por una transición feroz. El jugador de la Roja ponía su habitual ímpetu en el mediocampo, cometiendo más de una falta.

Amadeu a los 57’ falló luego de una jugada de colección de Pablo Sarabia. La revancha llegaría 60 segundos después. Tras un centro desde la izquierda de Promes apareció Sarabia para conectar con una volea cruzada y abrir el marcador. El Sánchez Pizjuán era puro frenesí.

El gol no detuvo a los dirigidos por Pablo Machín. El asedio al arco de Cillessen continúo. No había rastros del Barcelona. Ernesto Valverde, al ver que la estructura se le caía a pedazos, mandó a la cancha a Luis Suárez y a Coutinho. El brasileño tuvo una clara para empatarlo, sin embargo, su remate se fue por arriba.

Los blaugranas, en estado de orfandad por la ausencia de su mejor jugador, no encontraban el camino. El conjunto hispalense, en cambio, seguía con las pulsaciones a mil y, tras una infantil pérdida de Coutinho, salió disparado a velocidad supersónica. Banega, con su clarividencia habitual, le cruzó el balón a Ben Yedder, que solo tuvo que empujarla a los 76’.

Con los catalanes noqueados y un Sevilla insaciable se fue la noche española. El próximo miércoles es la revancha en el Camp Nou. El Barça tendrá que preparar la artillería.

FOTO: ATON Chile