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La Roja Sub 20 perdió con Venezuela y quedó al borde de la eliminación

Chile quedó al borde del barranco en el Sudamericano Sub 20. Tras el triste empate en el debut contra Bolivia, hoy estaba obligado a vencer a la brava Venezuela para no complicarse más la vida. Sin embargo, los dirigidos por Héctor Robles no jugaron bien, cometieron errores infantiles en defensa y terminaron cayendo por 1-2 en El Teniente de Rancagua.

La Roja tuvo un inicio de ensueño. Al minuto, Nicolás Fernández se arrancó por la banda derecha y provocó la mano de un defensor caribeño. El árbitro marcó el punto penal. Tomás Alarcón tomó la responsabilidad y no falló.

Sin embargo, un despiste desvanecería la alegría. Tras un saque de esquina, Samuel Sosa ganó línea de fondo y sacó un centro mordido que fue conectado en el segundo palo por Jesús Pardo a los 9’.

Los fantasmas del jueves sobrevolaron el cielo rancagüino. El elenco nacional no tenía movimientos para romper el cerco llanero y los defensores, al no encontrar receptores en el medio, abusaban de largos pelotazos sin sentido. Venezuela era más y amenazaba con el granítico Jan Hurtado. El nueve aguantaba la pelota y apilaba rivales a pura potencia.

Sin fútbol, Chile apeló al orgullo. Iván Morales estuvo cerca a los 20’. Los nacionales aceleraron. Marcelo Allende flotaba entre líneas y era un problema cada vez que se giraba. Al 32’ Alarcón apareció solo en el área para conectar un tiro libre, pero increíblemente falló. David Salazar, tras un gran desborde de Morales, estuvo cerca. La visita no se quedó de brazos cruzados. Luis Ureta alcanzó a ponerle la mano a un latigazo de Sosa que se metía.

Apenas empezado el segundo tiempo, la Roja juvenil recibió un furibundo gancho al mentón. Otra desatención. Jorge Yriarte se anticipó a toda la defensa para conectar un tiro libre y darle la ventaja a los suyos en el minuto ’50. El dueño de casa quedó grogui. Era incapaz de dar tres pases seguidos. Ureta otra vez estuvo espectacular para tapar un cabezazo a quemarropa. El arco de Carlos Olses se veía muy lejano.

El ingreso de Matías Sepúlveda algo agitó a los suyos. El propio mediapunta de O´Higgins ganó una pelota a lo guapo en la entrada del área y sacó un trallazo que reventó en el travesaño a los 69’.

Reapareció el ímpetu y el deseo. Lamentablemente, no había plan. Héctor Robles pidió respetar el proceso tras su eliminación en el último Sudamericano, pero su equipo parece jugar a lo que salga. Lleva seis partidos dirigidos en torneos juveniles, no ha ganado ninguno.

Chile inclinó la cancha y quemó sus últimos cartuchos. Con un impotente martilleo se fue el partido. El anfitrión necesita ganar sí o sí a Colombia y Brasil para tener alguna opción de clasificar al hexagonal final. La oscuridad empieza a cubrir al equipo.

Foto: ATON Chile

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