La semana pasada, antes del viaje de Colo Colo a La Paz por la Copa Libertadores, el presidente de Blanco y Negro, Aníbal Mosa, protagonizó un incidente con el intendente de Antofagasta, Marco Antonio Díaz, en el hotel de concentración de los albos en Calama.
Y este miércoles el timonel de la concesionaria que administra al Cacique salió a defenderse y reiteró que hubo abuso de poder en su contra.
«Los cargos criminales por los que se me detuvo son completamente falsos, inexistentes e ilegales. El intendente, haciendo uso abusivo de su prerrogativa como autoridad publica, decidió no sólo denunciarme como autor de delito de atentado a la autoridad, sino que también movilizar a cinco funcionarios de Carabineros para que me detuvieran en el hotel donde me alejaba. Estos hechos son particularmente graves porque revelan un abuso de autoridad», reconoció en una carta que leyó en el estadio Monumental.
«He pedido a mis abogados que efectúen la correspondiente denuncia a la Contraloría General de la República para que se indague lo que aquí, a mi juicio, es un ejercicio abusivo de la autoridad», añadió.
Luego, el empresario puertomontino confesó: «Lo he pasado mal, mi familia lo ha pasado muy mal. Estoy pensando muchas cosas. Esto está sobrepasando todos los límites».
Por último, Mosa comentó la sanción por una fecha que el Tribunal de Disciplina le otorgó al técnico de los albos, Pablo Guede, tras el polémico partido ante Universidad de Concepción: «Yo no sé si hay persecución o no, pero sí te puedo decir que el arbitraje chileno va de mal en peor».
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