Era un entretenido partido el que protagonizaban Coquimbo Unido y Audax Italiano en el Francisco Sánchez Rumoroso. Hasta que en el minuto 17, un grupo de barristas locales ingresó al terreno de juego y obligó a la suspensión definitiva del encuentro.
Con un lienzo que llevaba escrito «calles con sangre, canchas sin fútbol», un conjunto de encapuchados compuesto por alrededor de 30 personas lanzó bengalas y luego entró al complejo coquimbano, agrediendo a algunos guardias, camarógrafos y destruyendo elementos del estadio, como la pantalla del VAR.
Parte de la hinchada en las galerías reaccionó con abucheos, mientras que en reacción a los destrozos, el árbitro Cristián Droguett detuvo momentáneamente el compromiso. Además, no había contingente policial en las cercanías del estadio.
El DT de Coquimbo, Germán Corengia, indicó en el CDF: «Lamentamos mucho lo que pasó, los jugadores estaban asustados especialmente por sus familias. Se entiende lo que está sucediendo, pero detiene el fútbol por algo que todos debemos hacernos cargo».
Finalmente y después de casi una hora de incertidumbre, Droguett anunció que no habían garantías y que el partido debía ser suspendido.
La manifestación surge en protesta a la muerte de Jorge Mora, hincha de Colo Colo que falleció el martes después de ser atropellado por un bus de Carabineros. Las barras bravas del fútbol chileno habían adelantado en sus redes sociales movilizaciones en protesta a dicho incidente.
ATON Chile