Antes de partir rumbo a Estados Unidos, el número uno de Chile repasó su gran gira sudamericana sobre canchas de arcilla, la cual cerró en Sao Paulo alcanzando la primera final ATP de su carrera, y de paso admitió que no fue fácil insertarse en la élite.
«Tenía miedo de no estar a la altura del circuito. Pero en el primero torneo jugué muy bien, me sentía entrenando a buen nivel con los jugadores buenos. La verdad es que ahora, sin duda, voy enfocado de otra manera a los torneos. Gane o pierda, ya el foco es distinto», reconoció el «Tanque» en diálogo con La Tercera.
«Esperaba tener buenos resultado, no sé si una final. Pero cuando en Buenos Aires perdí con el campeón, en Río con el finalista y jugando bien partidos peleados y ganando partidos buenos, sentía que el nivel lo tengo y que eran detalles los que iban faltando. En Sao Paulo sí se dio que jugué muy bien, que luché mucho y que las condiciones me fueron bien. Hice un buen colchón de puntos y me sirvió para darme cuenta que sí estoy en el nivel ATP. Aunque todavía queda mucho por mejorar», añadió.
Consultado por la lucha por el número uno de Chile con su compatriota Nicolás Jarry, el nacido en Arica sostuvo: «Para mí es un orgullo estar entre los primeros 70 del mundo y representar a mi país en los torneos y poder hacer lo que me gusta. Yo tengo que competir en el circuito y no en el ranking nacional. La idea es que los dos lleguemos lo más arriba posible. Esto es una carrera de años y ojalá clasifiquemos a noviembre durante muchos años más».
FOTO/ ATON Chile