“Después de tanto tiempo retirado, volver a jugar en Chile es emocionante. Tener un estadio lleno tras casi diez años sin jugar es hermoso. Felicito a los que organizaron el evento, sé que se hizo con mucho cariño. Gracias a mi familia. Pude tener a mi señora y a mis seis hijos, a mis padres. Lo más bonito que podía hacer era demostrarles lo que hacía su papá antes”, dijo el “Zurdo de Vitacura” tras el duelo.
El reportero en cancha le comentó que se había tomado en serio el partido frente al ecuatoriano. “¿Vo’ creí?, le respondió Ríos en su tono habitual, a medio camino entre la broma irónica y la severidad.
“A mí me cuesta no tomarlo en serio. La gente entiende que cuando ya no es tan en serio se pone aburrido. Yo me preparé lo que más pude. Me gusta jugar y me gusta jugar bien. Yo creo que a Nicolás también”, añadió.
En la semana, el ex número uno del mundo dijo que se sentía fino físicamente y que le gustaría volver a jugar al nivel profesional, en un Challenger. Hoy echó por tierra esa posibilidad.
“Yo no he recibido el wild car para jugar. Era una de las opciones que yo había tomado, porque me había preparado bien, me sentía bien. Acá no se demuestra realmente lo que uno está jugando, pero me sentí con ganas, que era lo que yo estaba buscando. Lamentablemente no se dio. Creo que no va a haber próxima y ojalá sigamos haciendo exhibiciones. Hay Marcelo Ríos para rato”, cerró.
FOTO: ATON Chile