Un verdadero round es el que está protagonizando el portero y capitán de la Selección chilena, Claudio Bravo, con el presidente de la ANFP, Arturo Salah, luego de que el arquero anunciara el miércoles su automarginación de la Roja para lo amistosos con Suecia y Dinamarca.
En esta jornada, el timonel del organismo de Quilín reconoció que el meta puso condiciones para sumarse al combinado criollo y le golpeó la mesa al declarar que «no hay ningún jugador que puede tener excepcionalidades o privilegios», mientras que el portero del Manchester City contraatacó con todo al compararlo con el otrora presidente Sergio Jadue.
«Con Jadue reprocho al máximo lo que hizo, pero siempre estuvo con nosotros y eso nos hacía sentir bien. Había cercanía. No sabíamos qué hacían con los dineros, no el chanchullo, pero el trabajo de apego era muy positivo», sostuvo el oriundo de Viluco a radio La Clave.
Pero no se quedó ahí y agregó: «(Salah) hoy en día hace lo contrario. Cuando hay foto está, sino no. Jamás desayuna o come con nosotros. Seguramente ahora estará más cercano. Los premios no los negociamos con él. Fazio (Andrés) es el que corta el queque ahí. Son cosas que están mal».
Por último, Bravo sostuvo: «El presidente (Salah) me trata de que estoy imponiendo a algo. El presidente viaja con su familia a los partidos y me trata a mí que busco anarquía adentro. Hay cosas que duelen, se esconden y cuando no dan la cara molesta. Por eso expongo lo que siento. No impongo a nadie, o meto a nadie a la fuerza. Es más dije que solventaba todo de la persona».
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