El cuadro estudiantil no quiere que el atacante sea otra arena en el reloj del olvido y desde principios de año trabaja junto al jugador para recuperarlo y dejar atrás todos los incidentes de indisciplina que acontecieron cuando defendió los colores de Curicó.
El primer paso fue encontrarle un club y Barnechea aceptó traerlo a la precordillera por un préstamo. Sin embargo, el jugador de 23 años aún trabaja junto a un equipo de especialistas en el Centro Deportivo Azul.
Según informó La Tercera, Briceño visita dos veces el CDA para una sesión psicológica y de ejercicios físicos. Además, tiene una alimentación especial, todo supervisado por una nutricionista.
“Ella ha visto más mi progreso. Me ordenó las comidas. Como casi ocho veces al día, pero harta proteína. Tengo un 53% de músculo. Me veo flaco, pero estoy potente. Ya no como nada chatarra”, aseguró el novel delantero.
Sobre el plan especial que realiza junto al Romántico Viajero, el actual atacante huaicochero contó: “Llevo seis meses yendo a la U en este plan especial que acordamos. Me ha servido mucho. Es una hora para trabajar la mente, ordenarme, y otra para seguir bien físicamente”.
“Estoy más maduro, quiero mi revancha, eso está claro. No puedo dejar que se me pase otra oportunidad. Tengo una hija y estoy luchando por ella, por toda mi familia”, profundizó.
Ahora, el desafío para Briceño es enfrentar a Colo Colo en los octavos de final de la Copa Chile y sabe que es una buena oportunidad para demostrar su crecimiento: “Me estarán mirando de todos lados, incluso de la U. Pero hoy me debo a Barnechea y quiero hacerlo lo mejor posible para ganar a Colo Colo”.
Foto: ATON Chile