El encargado de animar esta fiesta sudamericana fue el árbitro nacional Roberto Tobar, secundado por Christian Schiemann y Claudio Ríos. El réferi está bien considerado por la Conmebol, luego de dirigir la final de ida del año pasado, entre los millonarios y Boca Juniors, y la final de la Copa América 2019.
Luego de una presentación musical encabezada por Fito Páez, los equipos entraron a la cancha con un hecho que no pasó desapercibido: El delantero Gabriel Barbosa tocó el imponente trofeo, un gesto que es catalogado de “mala suerte” en el mundo del fútbol, pero la historia estaba escrita a favor del goleador.
Todo fue trabado en un comienzo. El Mengao inició con intensidad, mientras que los trasandinos los esperaban en su sector de la cancha. Sin embargo, poco a poco los pupilos de Marcelo Gallardo se asentaron con armas en las fronteras brasileñas.
La ofensiva de la Banda Sangre encendió los motores con Ignacio Fernández y Exequiel Palacios como engranes que hacían funcionar la máquina del “Muñeco”. Es más, después de una recuperación, un pase por el flanco derecho, hizo que “Nacho” se exigiera al máximo para enviar un pase por bajo al área del Fla. Matías Suárez parecía ser el receptor del balón, pero aprovechó de dejarla pasar y el colombiano Rafael Santos Borré empujó el esférico al arco contrario para abrir la cuenta.
Con los nervios a un lado, los de Núñez no les daban respiro a los cariocas. La presión alta complicaba a los dirigidos de Jorge Jesús, que casi ven su arco vulnerado por segunda vez con un cañonazo a distancia de Palacios, que hizo pasar un susto al rival.
Los argentinos eran dominadores y no pasaban zozobras. Gabigol no incomodaba a los centrales, Giorgian De Arrascaeta no creaba ocasiones y Enzo Pérez era un infatigable en mediocampo de River. Las respuestas estaban obligadas a salir del camarín en el segundo tiempo.
Los ánimos en Flamengo cambiaron en el complemento. Al minuto, Barbosa ya había rematado a distancia, pero se encontró con un solvente Franco Armani. El portero tuvo más trabajo y estuvo espectacular para dilapidar una de las ocasiones más claras para los brasileños.
Bruno Henrique logró escaparse por el costado izquierdo superando a Gonzalo Montiel e hizo el “pase de la muerte”. Gabigol percutó y la pelota chocó con la espalda de Nicolás de la Cruz. En el rebote, Everton Ribeiro definió a un costado, pero el guardameta se lanzó al lado correcto y tapó el furioso remate del capitán del Mengao.
Con la desesperación del marcador, los cariocas se fueron con todo al pórtico de Armani y, con la lesión de Milton Casco, Gallardo llamó a Paulo Díaz para fortalecer la zaga junto a Javier Pinola y Lucas Martínez Quarta. El Fla intentó con lo que le quedaba de piernas y en el epílogo consiguió la anhelada y épica remontada.
Gabriel Barbosa apareció como tanto esperaron. Un pase profundo en el área, terminó con un balón al costado por parte de De Arrascaeta para que el delantero definiera solo y empatara a los 89’. En los descuentos, una descoordinación entre Pinola y Martínez Quarta culminó con la conquista de Gabigol, quien terminó expulsado al final del partido junto a Exequiel Palacios.
La quinta Copa Libertadores de River Plate se escapaba y en el trofeo se marcaba a Flamengo como nuevo monarca de América, la segunda en su historia, en una final que será recordada por años por los hinchas del Mengao.
ATON Chile