Por eso, el «Príncipe» manifestó su total satisfacción por reencontrarse con su juego y la versión 2018 con el deslumbró al planeta tenis.
«Estoy feliz, he mantenido mi nivel sin aflojar en ningún momento. Sabía que esto iba a ser complicado, pero tuve tranquilidad y paciencia para ganar en momentos importantes. He podido ganarle a los nervios y también he estado muy agresivo con mi derecha y el revés. Le pongo mucha presión al rival con el juego que estoy haciendo», reconoció la segunda raqueta nacional.
Sobre la final ante Zverev, a quien ya derribó el pasado 23 de abril en un épico partido, salvando un match point, por la segunda ronda del ATP 500 de Barcelona, cuando el germano era 3 del orbe, «Nico» adelantó: «Haberle ganado a Zverev en Barcelona es bueno para la confianza de saber que uno puede, pero ahora se juega otro torneo, una final y hay más en juego».
Por último, Jarry también se refirió al duro desafío que tendrá de entrada en Roland Garros, segun do Grand Slam de la temporada, al chocar con el argentino Juan Martín del Potro, 9 del mundo.
«Es un duro oponente, muy difícil. Es de los mejores que hay, aunque venga volviendo de algunas lesiones. Tendré que dar lo mejor de mí y seguir jugando como lo estoy haciendo ahora», enfatizó.
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