La U parecía un equipo distinto al de dos meses atrás y a ratos recordaba al Talleres de Córdoba que dirigió el técnico trasandino. Salió con cinco de sus ocho refuerzos. Sacaba la pelota limpia desde el fondo, se imponía con dinamismo en mitad de cancha y rompía por fuera con sus extremos y laterales.
El primero no tardó en llegar. Sebastián Ubilla se anticipó a toda la zaga papayera para conectar de cachetada un centro de Jean Beausejour a los 4’. Era el inicio del vendaval. Solo tres minutos después, Pablo Parra estiró la ventaja con un remate desde fuera del área. A los 26’ llegó el tercero. Nicolás Oroz filtró un exquisito pase para Ubilla y el «Conejo», con el arco de frente, no falló.
El cuadro laico era una tromba. Los nuevas incorporaciones jugaban con desparpajo. Lucas Aveldaño y Sergio Vittor mandaban con autoridad en el fondo. Oroz y Jimmy Martínez movían los hilos en la mitad. Parra hacía lío por la banda. La ventaja pudo ser más abultada.
La U bajó las revoluciones en la segunda mitad. El técnico argentino le dio tiraje al banco de suplentes. Barrios, otro de los refuerzos, hizo su debut y casi anota a los 53’ con un zurdazo. El cuadro granate, ya sin nada que perder, se olvidó de su timidez y salió a jugar. Tuvieron dos claras para conseguir el gol del honor, sin embargo, se encontraron con la solidez de Fernando de Paul. Cerca del final, Rafael Caroca se fue expulsado por una fuerte entrada.
Kudelka puede estar tranquilo. Busca revancha tras un año nefasto y sabe que el camino recién empieza. La presentación en sociedad de los suyos le da derecho a soñar. El próximo miércoles saldrá al ruedo para jugar con Universitario de Lima, mirando de reojo al Melgar, su rival en la Copa Libertadores de América.
Foto: ATON Chile