La derrota por 2-1 frente a Curicó Unido no hizo más que profundizar la crisis y el tenso ambiente que se vive Universidad de Chile en el Campeonato Nacional. Es que además de dejar al cuadro azul cerca de la zona de promoción, la caída gatilló la salida de Esteban Valencia de la banca y los hinchas invadieron la cancha de El Teniente de Rancagua para encarar a los jugadores.
Como si fuera poco, tras el duelo, el volante Pablo Aránguiz recibió amenazas de muerte, lo cual generó que el club emitiera este martes un comunicado.
«Como institución, no vamos a permitir ni tolerar actos de violencia, amenazas o acciones que pongan en riesgo la vida e integridad de los jugadores o de su entorno familiar», sostuvo la institución.
Además, añadió: «Ningún pretexto o contexto pueden justificar el que jugadores profesionales sean objetos de las acciones precedentemente señaladas. Por lo anterior, y velando por la seguridad e integridad de jugadores de nuestro plantel, hemos instruido para que, en el corto plazo, se ejerzan las acciones judiciales tendientes a identificar a los responsables de las conductas contrarias a la ley que se han producido en los últimos días».
Por último, el elenco estudiantil agregó: «Como Club seremos enfáticos en la defensa y respeto a cada uno de quienes forman parte de nuestra institución, y no permitiremos que acciones como las descritas queden sin investigación y posterior sanción penal».
ATON Chile