Los dirigidos por Alfredo Arias ingresaban al campo con la presión del triunfo de Cobresal por 1-0 en su visita a Iquique, que los condenaba en el último puesto. La novedad fue volver a la línea de cuatro defensores y tres atacantes. En tanto, los anfitriones llegaban inspirados tras la goleada ante Unión Española en la fecha anterior.
El amanecer del partido fue dinámico. Cuando recién se ataban los cordones, el elenco “Oro y Cielo” ya se aproximaban con un cabezazo alto de Gonzalo Freitas, un tiro libre de Juan Cuevas que dificultó a Johnny Herrera con un sobrepique y un remate de Diego Orellana que fue desviado por el guardameta estudiantil. Los minutos pasaban y Everton decidió ceder la pelota, pero se alistaba a aprovechar cualquier contragolpe con la velocidad de Maximiliano Cerato y Cuevas.
Por su parte, la U intentaba hacer daños por las bandas con Matías Rodríguez y Jean Beausejour, mientras Nicolás Oroz se movía por todo el frente de ataque y marinaba jugadas para incomodar a la defensa viñamarina. Hacían un correcto partido y el primero en mosquear al local fue Jimmy Martínez con un venenoso lanzamiento a distancia que fue trancado y pasó cerca del pórtico.
Los delanteros del “Romántico Viajero” no eran precisos y no agitaban a la zaga. Nicolás Guerra no estaba fino en las decisiones, en especial en una contracarga que no deliberó a tiempo y dilapidó las opciones de gol. Armaban bien gracias a Oroz, aunque sin contundencia.
Sin embargo, en la primera tajada del segundo tiempo fue donde apareció de las penumbras Sebastián Ubilla. El “Conejo” avisó con un latigazo desde el sector izquierdo que encontró bien parado a Cristián Campestrini, pero a los 52 minutos tuvo su revancha. El nacido en Santiago Wanderers combinó en una jugada vertical con Leandro Benegas, quien aguantó la marca y le devolvió la pared, para que percutara con potencia para abrir el marcador.
El resultado liberó de presión al cuadro universitario, que se ordenó en todas las plazas del campo. Arias pedía equilibrar la zona medial y tener cuidado con la rapidez de los delanteros evertonianos, los que tomaron protagonismo del cotejo.
Lucas Aveldaño y Sergio Vittor fueron dictadores en el área y ganaban todos los balones aéreos, mientras que los mediocampistas y los punteros laicos iban al auxilio cuando era necesario. La única forma de ataque eran llegadas comandadas por Ángelo Henríquez, quien armó por derecha para entregársela a un solitario Pablo Parra, pero el travesaño dijo que no.
Pero cuando se terminaba todo, volvieron las pesadillas para la U. En los descuentos, después de un balón dividido, Gonzalo Freitas capturó el esférico con un latigazo que se desvió y venció a Herrera para decretar el empate.
Universidad de Chile sigue hundido, no gana desde hace siete fechas y no sale de la “zona roja”. Con siete unidades, el club permanece en la última ubicación. En tanto, Everton asciende al séptimo puesto con 12 puntos y se mete a lugares de copas internacionales, pero con un partido menos.
Fpoto: ATON Chile