Desde el inicio quedó claro que lo de esta noche en el Gran Arena Monticello era una mezcla de competencia con espectáculo. Los jugadores salieron a la cancha con un micrófono pegado a la mejilla y recordaban sus batallas mientras afilaban la muñeca. Los chistes no demoraron.
.
“¡Qué facha tiene Massú!”, decía el histriónico ecuatoriano molestando al doble medallista olímpico, hoy de comentarista. “No se vayan a lesionar, que están viejitos”, respondió el viñamarino. El “Chino”, como no, impregnaba la noche de su humor ácido cada vez que tenía oportunidad.
El partido fue parejo. Ambos hacían pesar su saque y evocaban los golpes con los que supieron dominar el circuito en sus mejores épocas. La afilada zurda de Ríos, el revés a dos manos de Lapentti. Las piernas no pesaban. Se fueron palo y palo, hasta que en el noveno game el chileno le quebró el saque a su oponente. Con un ace cerró el primer set.
La segunda manga siguió con el mismo libreto. Partido igualado, buenos servicios, risas cómplices, puntos de gala y otros de caricatura. A mitad del set, el de Guayaquil paró el encuentro y pidió una ola para conmemorar los 20 años del número uno alcanzado por Ríos frente a Andre Agassi en Key Biscayne. El ganador de 18 torneos ATP observó con su rictus habitual.
Al reinicar la brega, el visitante le devolvió el golpe al «Zurdo de Vitacura» y se llevó el parcial por 5-7. Todo se iba a definir en el super tie break.
Los dos empezaron a fallar con el saque. Pelotas sencillas se les iban fuera. Entre tantos yerros, el «Chino» lo hizo un poco mejor y luego de un par de oportunidades desperdiciadas se llevó el partido y le puso el colofón a su noche estelar.
FOTO: ATON Chile