En el comienzo, la ‘Academia’ impuso sus términos en la cancha. Con sendas aproximaciones, estuvieron muy cerca de poder desnivelar y comenzar a asegurar el título. El cuadro de los chilenos creó constante peligro con los desbordes de Eugenio Mena y la movilidad de Augusto Solari que la defensa del ‘Matador’ nunca pudo contrarrestar.
La más clara fue precisamente tras una jugada de Solari, que le pasó el balón a Darío Cvitanich y éste le dio con lo justo, pero dio en el palo. A los 32′, el goleador, capitán y gran referente, Lisandro López, fue quien probó las manos de un aplicado Gonzalo Marinelli.
Con el pasar de los minutos de la segunda parte, el elenco de Avellaneda se comenzaba a desesperar por no poder marcar para empezar a probarse la corona, pero a los 59′ llegó la alegría para los nacionales: jugada profunda de los dirigidos por Eduardo Coudet, el esférico pasó sin peligro pero Marinelli cometió un error garrafal, dio rebote y Solari fue el encargado de marcar el tanto que los coronaba.
Al mismo tiempo, Defensa y Justicia tampoco podía desnivelar, lo ayudaba a los del «Checho». Gabriel Arias comenzó a ser una de las figuras mostrando seguridad con las llegadas rivales y al bajar todos los balones aéreos, demostrando por qué está en un gran nivel y es el titular en la Selección chilena.
A los 87 minutos hizo el ingreso Marcelo Díaz, uno de los puntales de su equipo y que no pudo ser titular por problemas físicos que no le permitió trabajar en la semana con regularidad.
En los descuentos se instaló la emoción en la definición. El equipo de Sebastián Beccacece logró empatar su partido ante Unión Santa Fe y se ilusionaron, ya que al mismo tiempo Tigre igualó con un tanto de tiro libre que tuvo responsabilidad de Arias. Por fortuna para la ‘Academia’, aguantaron el resultado y se quedaron con el título.
Así, el fútbol argentino tiene nuevamente a chilenos como campeones, siendo grandes figuras en la campaña que dejó a Racing de Avellaneda como campeón por 17° vez en su historia.
FOTO: ATON Chile